Contrario a lo que muchos creen en organizaciones, instituciones, familias, ONGs, iglesias; los toderos son más dañinos que beneficiosos. A veces admiramos a quienes tienen habilidades en varias áreas, y esto definitivamente es de admirar. El problema está en creer que es bueno ejecutar todas las áreas a la vez. Esto es solo es un espectáculo público digno de monedas de propina.
“Los toderos siempre llegan a cualquier lado pero nunca a una meta definida” EGP
Es claro que muchos emprendedores hacen de todo. Y debe ser de esta manera, pues más del 90% de las nuevas empresas comienzan con una sola persona: el líder emprendedor. Por lo general se mantiene así por un tiempo hasta que obtiene los recursos económicos para contratar más personas. Sin embargo, ser el todero debe tener un tiempo límite, pues tarde o temprano llegará el agotamiento y este degenerará en falta de ideas claras y una mala dirección ejecutiva.
Ahora bien, quienes están en liderazgo y acostumbran hacer todo como hábito perjudican su entorno y son modelos inadecuados de efectividad. Su actividad genera estas crisis en un futuro cercano:
- Falta visión: los hace todo pierden la perspectiva (si es que tuvieron una) de la visión primaria. Cada uno de sus seguidores termina pensando que lo más importante es: ser un todero. Por lo que siguen hacia un abismo de falta de propósito, de indiferencia y de multiplicar esta práctica malsana.
- Falta de metas reales: establecen pequeñas metas pero entorno a sí mismos. Su capacidad de ser toderos solo es una careta de su incapacidad de trabajar con otros, y de creer en otros. No son capaces de hacer sinergia, pues solo ellos “pueden” hacer las tareas. Es tópico de madres que siempre están solucionando los problemas a sus “pequeños” hijos, sin darse cuenta que ya estos hijos tienen 40 años de edad y son profesionales. La falta de metas reales se transmite a las generaciones futuras con un “tú eres un poco inútil y limitado, mejor no creas que podrás llegar lejos”.
- Falta de dirección efectiva: son jefes que regañan y critican. No pueden dar dirección efectiva porque son egocentristas y desconfían de la gente a su alrededor. De cierto usan la expresión “nadie hace lo que les digo por eso todo lo hago yo“; lo que evidencia fallas enormes en la comunicación. Esta incapacidad les lleva a ser toderos.
- Falta de humildad: en su orgullo secreto y desmedido, hacen todo porque no creen que otros pueden hacer las diferentes responsabilidades pendientes. Incluso, el todero presume que sólo él tiene la capacidad de hacer las cosas bien. Esta falta de humildad espanta a otros que podrían ser parte de un equipo de triunfadores. El todero se cree autosuficiente y excluye a los demás.
- Falta de liderazgo: no se es capaz de establecer prioridades y enfoque personal; mucho menos lo podrá transmitir a otros. Solo un líder sano y de excelencia podrá modelar a nuevos líderes capaces, útiles, enfocados en fortalezas y metas específicas. Un todero – que implica desorden – solo se multiplicará en toderos desordenados. Los líderes de excelencia son ordenados y enfocados, por ello son ejemplo positivo para una nueva generación.
“No puedes dar lo que no tienes. Solo multiplicas lo que eres” Anónimo
Romper el paradigma, de creer que quien hace todo es el mejor, requiere entendimiento y comprensión. Las familias, empresas, instituciones, equipos de éxito están llenos de especialistas. Por el contrario los fracasos están llenos de toderos. ¿Has visto adultos que no pueden vivir solos porque tienen dependencia de mamá todera (que hacía todo por los hijos)? ¿Conoces “empresarios” que hacen labores de obreros y sus empresas nunca crecen? ¿Conoces instituciones y/o iglesias que sus líderes son los toderos de turno, no crecen y siempre están estancadas? ¿Conoces a líderes que generan “liderdependencia” en sus seguidores porque los hacen sentir inferiores?
¡Hazte especialista, sigue tu propósito, alcanza tu visión, renuncia a ser el todero de turno!
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© Contenido elaborado por Engelbert González – Mentor en Liderazgo y Coach Certificado – para tiempodeliderazgo.com. Puedes reproducir este artículo de tiempodeliderazgo.com por Engelbert Gonzalez . Más info…