A punto de finalizar el año podemos recordar los retos, éxitos y fracasos que afrontamos. Evaluar tu actitud ante cada uno de ellos te permitirá cimentar lo que llamamos: experiencia.
La experiencia es lo que diferencia a un novato de un experto. Si todo en la vida fuera “buenos momentos” no tendríamos lecciones que aprender. A su vez, estas añaden valor inconmensurable cuando provienen de nuestros errores y fracasos.
Haz una evaluación del año que termina, incluso de tu vida, valorando lo que otros quieren olvidar: “momentos no tan buenos”. Recuerda que se convierten en lecciones necesarias para tu crecimiento y madurez.
¡Felicidad y abundancia de paz y bendiciones en 2020!
Saludos
Engelbert González